Mi pacata Clara se puso oscura. Y no conmigo (pt 5).
Ya casi era la hora en la que el despertador hacía su tarea para Fichu en su último año de secundaria y para mi, ducha, algun asunto de último momento, desayuno, charlas vacías sobre lo que haríamos en el dia y a las 7.30 subíamos al auto en el que rumbo a mi trabajo lo dejaba a las 8 menos 10 en la escuela. Mi horario de entrada era a las 9 y si bien el trayecto desde casa era largo, siempre llegaba entre 15 y 20 minutos antes que el jefe, la secretaria, el contador y mis compañeros y compañeras. ¿Clara? solo si había que realizar algún trámite o una compra de comida o de amoblamientos salía con nosotros pero generalmente dormía bastante.
Mientras hacía el desayuno, pensaba en las 2 excusas que necesitaba si o si: que mi mujer se ausentase de al menos 2 horas, supongamos... entre las 16 y 18 asi yo podía colocar las cámaras lo más camoufladas posible pero a la vez que estratégicamente me permitieran ver todos los rincones. Y la otra, justificar mi ausencia el sábado a la noche. Si, un viaje más o menos a una ciudad cercana para cerrar algún negocio o una compra lo que redondearía lo que Federico y yo necesitábamos. Que no importara a que hora me iría, lo pautado era que no volvería hasta el domingo al mediodia. Fichu ya se levantó, se vistió con el uniforme y llega a la mesa con las carpetas unas lapiceras y dos libros todo sujeto con una tira elástica. "Buen dia" le digo. Refunfuña algo, se sienta y le pone manteca y mermelada a dos tostadas. "De buenos, nada. Sigo siendo el único salame que no sabe que hizo llorar a mamá y si tiene que ver eso con que los chicos casi salieron huyendo". Hago como que no lo escucho y le digo "Mañana ¿arreglaste como ir a la quinta donde Federico festeja su cumpleaños?". Me contesta entre dormido y enojado "Si, papá. Nos encontramos en la cortada que está a 6 cuadras de acá y vamos los cuatro en el auto del padre de Fede. ¡Uh, hablando del cumpleaños! Aun no le compré nada". Pliiiin. Se me iluminó la mente. Le dije de un tirón "Bueno, hoy después de almorzar cuando abren los negocios del centro vayan con mamá y entre los dos eligen el regalo ¿te parece bién?". El Fichu dijo que si con la cabeza porque justo masticaba una de las tostadas. Listo. Un problema resuelto: mi hijo y mi esposa me dejarían solo para poder colocar los dispositivos, Creo que dos horas serán suficiente. No me tengo que olvidar de pedirle a Nelson que me preste 2 o 3 cámaras más y por las dudas un multi-puertos usb. ¡Ah! Y que me recomiende una app que maride el celular con la notebook.
"Pa ¿que hora es?" pregunta Hernán, distrayendome del rompecabezas que venía armando en el aire. Miro la pared de la cocina -fue obvio que me asaltaran algunos recuerdos de anoche- "Las 7:05. Es temprano todavía" le contesto tratando de retomar la punta de la madeja con la que enrollar el ovillo de preocupaciones, dudas, movimientos certeros y a cada tanto me preguntaba "¿Es necesario todo este peligroso embroyo? ¿Y si sale mal?". Pero urgente intentaba volver a repasar el plan de Federico. "Buenos dias" resuena una voz ronca seguida de un largo y sonoro bostezo. "Que sorpresa" expresé intentando actuar normal, pero estoy seguro que sonó algo falso. "Recién las 7, amor. ¿Querés tomar algo con nosotros?". Mi esposa iba camino al baño mientras me hacía señas que no con los brazos. "Me estaba haciendo pis" aclaró y cerró la puerta.
El Fichu me dice preocupado "Me estoy olvidando el pen drive con el power point que diseñé el finde" y salió corriendo para su habitación. Aproveché, fui hasta la puerta del baño y con 3 golpecitos con los nudillos intenté transmitirle a Clara que quería pasar. "Pasá, Luis." me respondió desde adentro. Entré, cerré y me volteo a mirarla justo en el momento en que mi esposa, como hacen las mujeres luego de orinar, se pasaba papel higiénico por la concha. Con su extraña ronquera, me reta: "Luis. Sabés que soy pudorosa ¿no podías mirar para otro lado mientras.... ya sabés?". Le iba a decir que pis hacen todos los seres humanos y no se que más pero ya la conocía: era en vano cualquier intento de hacerle enternder a mi mujer que normalizara estos y otros temas. Le dije que Hernán quería ir a comprarle el regalo al cumpleañero hoy a la tarde y me excusé de no poder acompañarlo: "Yo tengo una reunión con mis jefes asi que hacele la 2da al Fichu y acompañalo". Y aproveché lo de la junta para deslizar otro de los ítems del pacto. "Parece que mañana tengo que viajar...". Si bien ya estábamos acostumbrados a los cambios de útimo momento a los que me sometían en la empresa, Clara puso cara de puchero, dando a entender que la ponía triste que noseparemos. Pero tengo que acatar esos volantazos repentinos ya que cobro un sueldo de ejecutivo y lo tenemos que cuidar, no me voy a andar negando por faltar un día a mi hogar. Mientras charlábamos ella se miraba al espejo, como buscandose un granito en la cara o algo asi y de golpe... mete su mano debajo del short que se había puesto sobre la tanga para no salir en bombacha. La veo y creo entender que no solo repara en la humedad de la tela, sino también en la suya. Saca la mano abriendo los dedos los que se encontraban unidos por una baba gelatinosa. "¡Estoy mojada, muy! Que cosa rara ¿despertarme asi?" y me mira como si supiera que yo tengo la respuesta de porque amaneció con su concha toda lubricada por jugos vaginales, flujos y ese líquido blanquecino que parece esperma. Me mordí para no reprocharle que a la noche descubrí su otra tanga mucho más empapada que ésta, seguro que por los episodios inesperados, cuando Federico se la apoyó, luego la cogió vestida para terminar acariciandole una teta y su pezón, o tal vez su bombacha se pegó tal enchastre cuando me contó llorando escondida en la heladera, o quizás, Clara se haya excitado fantaseando con mi discusión con el borrego... u otra posibilidad de tanto flujo y jugos sucedió cuano nos quedamos a solas recordando todo, cuando entró en un estado catatónico... Me mareaba la cantidad de chances que posibilitaron que la tanga de anoche estuviera asi, completamente ahogada en sus jugos. Fue en alguno de esos momentos o quizás en todos y me la juego que Clara también tuvo varios orgasmos.
Abrió su boca, forzando cambiar de tema ya que rumbeó para otro lado "Bueno, amor" me dice resignada. "Si viajás el sábado nos quedaremos el Fichu y yo mirando alguna peli en Netflix" expresó con una voz cada vez más rasposa. "No mi vida" me apresuré a recordarle "mañana Fichu va al cumple de Federico, ¿recordás que se juntan varias chicas y chicos en
la quinta del tio y que queda bastante lejos?". Sonrió como con desilusión. Y acotó: "que cosa rara. Ayer Fede se mandó esa... ehh... esas atribuciones y de golpe, como si nada hubiese ocurrido hoy acompaño a que el Fichu le compre su regalo y cerrando el círculo de paradojas, en algo más de 24 horas, nuestro hijo va a estar festejando con el atrevido ese, su amigo querido, a quien vos anoche casi cagás a piñas y yo... yo lo maldije y lo odié. Cuando entraste, los otros dos se fueron rajando, a Fichu lo mandaste a dormir para poder estar solos y relatarme tu reprimenda para con Fede y resulta que cuando me contaste como se puso, me terminó dando pena." me confiesa. "Esos 3 amigos de nuestro hijo son casi hermanos. Hace alrededor de 10 años que forjaron esta amistad, desde niños... casi Fede, el Chino y Andrés son familia... y aunque querramos desterrarlos y arrancalos de la vida del Fichu, nos cuesta- Quizás tenemos que cerrar el asunto con la frase "Son cosas de chicos" ¿no vida?". Casi se me cae la mandíbula. Estaba bajando el grado de gravedad y perdonando al pendejo que la ultrajó, justo a ella, la santurrona y pacata de Clara, solo por el cariño que la familia forjó con él y los otros dos. Pero lo humillante es que definió como "cosas de chicos" la mujer, ¡mi mujer! la que mañana iba a tener, sin saberlo aún, un momento ó tal vez unas horas a solas con su abusador que tiene como objetivo primordial primero lograr cojerla y hacerlo de tal modo que Clara quiera más y ese guacho maleducado a quien mi esposa estaba teniendole como una suerte de lástima la haga su puta. Pensaba en eso sin dejar de mirar a mi esposa con ojos y mente de sucia sexualidad mientras sentía mi pija parada por lo morboso de lo ocurrido anoche, que multiplicó lo turbio el pacto que Federico me convenció de hacer hacer. Mi mente se hacía mil preguntas sin dejar de recorrer de arriba hacia abajo ese físico que -lo se- es deseado por todo hombre con quien pueda cruzarse, ese cuerpo que, me da vergüenza reconocerlo, ella se cuidó de mantenerlo casi virgen de mi rechazando o poniendo excusas ante cada una de mis solicitudes carnales. ¿Tendria Federico la destreza y la seducción para conseguir traspasar ese muro infranqueable que por algún trauma, miedo, pacatería, frigidez o ¡que se yo! levantó mi esposa, para mantenerse lejos de todo aquello que se emparentara con el sexo?
El grito de Fichu me volvió en si "Pá! Son las 7:36. Dale que voy a llegar tarde". Mi esposa, con esa voz tanguera que ya me estaba excitando, me da un pico "Chau, nos vemos, amor". Salgo del baño solo ya que Clara seguía como con la cabeza en cualquier parte y daba vueltas entre el inodoro, el lavamanos, el toallero... me pongo el saco, tomo mi notebook y la caja con las cámaras, el portafolio, Clara saluda al Fichu desde el baño con un "Hasta luego amorcito" y el se despide recordándole "Ma, después de comer vamos al centro para comprarle el regalo a Fede ¿eh?". "Si, Fichu. No me olvido" responde su madre, mi mujer.
Lo que sigue ya saben. Fichu en el colegio casi sobre la hora va con una sonrisa a saludar al Chino, Andrés y... al macho alfa de la manada: Federico. Verlo palmear a mi hijo mientras iban camino a la entrada me lastimó pero mucho más cuando él notó que yo arrancaba y sin nada de pudor o recato me saludó con una sonrisa socarrona que solo 2 personas notarían que era la que le muestra el ganador al perdedor. Espero -pensé- que esta sensación de pensar que él goza con hacerme sentir degradado, rebajado, casi avergonzado pase lo más rápido posible. Aun asi, a las 13.45, cuando el Fichu ya estaría en casa y Federico en la suya le iba a mandar un whatsapp. Todavía no me cerraban algunas cosas. Si, era tal la confusión que tenía que obedecía sus directivas tal como lo pensó, me lo trasladó y sellamos el convenio en su auto pero aun asi, tenía una enorme inseguridad ya que algunas situaciones no me quedaban claras y tenía que enfrentarlo. Quizás porque no confiaba 100% en él, por más "socios" que este pacto nos convertía, decidí vigilarlo cuando sorprenda a Clara llegando casi a medianoche en el dia de su cumpleaños y se me ocurrió de estar presente, sin su conocimiento, al menos con esos "ojos robotizados" a distancia.
El grito de Fichu me volvió en si "Pá! Son las 7:36. Dale que voy a llegar tarde". Mi esposa, con esa voz tanguera que ya me estaba excitando, me da un pico "Chau, nos vemos, amor". Salgo del baño solo ya que Clara seguía como con la cabeza en cualquier parte y daba vueltas entre el inodoro, el lavamanos, el toallero... me pongo el saco, tomo mi notebook y la caja con las cámaras, el portafolio, Clara saluda al Fichu desde el baño con un "Hasta luego amorcito" y el se despide recordándole "Ma, después de comer vamos al centro para comprarle el regalo a Fede ¿eh?". "Si, Fichu. No me olvido" responde su madre, mi mujer.
Lo que sigue ya saben. Fichu en el colegio casi sobre la hora va con una sonrisa a saludar al Chino, Andrés y... al macho alfa de la manada: Federico. Verlo palmear a mi hijo mientras iban camino a la entrada me lastimó pero mucho más cuando él notó que yo arrancaba y sin nada de pudor o recato me saludó con una sonrisa socarrona que solo 2 personas notarían que era la que le muestra el ganador al perdedor. Espero -pensé- que esta sensación de pensar que él goza con hacerme sentir degradado, rebajado, casi avergonzado pase lo más rápido posible. Aun asi, a las 13.45, cuando el Fichu ya estaría en casa y Federico en la suya le iba a mandar un whatsapp. Todavía no me cerraban algunas cosas. Si, era tal la confusión que tenía que obedecía sus directivas tal como lo pensó, me lo trasladó y sellamos el convenio en su auto pero aun asi, tenía una enorme inseguridad ya que algunas situaciones no me quedaban claras y tenía que enfrentarlo. Quizás porque no confiaba 100% en él, por más "socios" que este pacto nos convertía, decidí vigilarlo cuando sorprenda a Clara llegando casi a medianoche en el dia de su cumpleaños y se me ocurrió de estar presente, sin su conocimiento, al menos con esos "ojos robotizados" a distancia.
En el trabajo, puedo decir que me tomé el dia ya que derivé muchas tareas que me correspondían a operarios y compañeros mientras me ponía al tanto por Nelson de como debía maniobrar cámaras, multi-puerto usb, notebook -el nerd le habia instalado en 2 patadas un software en el ordenador para que funcionen las cámaras, además se había metido en mi celular para colocarle un mezclador que manejara cada cámara por separado o todas juntas en la pantalla. El móvil podía usarse como comando a distancia pero como yo no iba a estar a 3 ó 4 metros sino en un hotel del centro, como a 45 cuadras de mi casa me explicó: "Vas a manipular los dispositivos desde el celular pero on line, por internet" me dice. Al final el gordo anteojudo y lleno de granos era remacanudo. "Esto que estás poniendo le va a dar mayor seguridad a tu casa porque tenés la visión de cada rincón en el móvil. Buena idea tuviste.". Si, pensé, solo que por más que vigile mi hogar, igual me van a chorear y no va a ser ni el Smart TV, ni plata, ni joyas, ni algunos cuadros que me di el gusto de comprar... lo que me van a robar va a ser mi hombría, mi honra, mi orgullo. Y me imaginé como si volviese a ser un niño mientras otros lo rodeaban señalandolo con el dedo, riéndose mientras repetían "Es un perdedor que nunca calentó a su mujer hasta que vino un niñato y se la cogió mientras él miraba".
Todos fueron al buffet. Era la hora del almuerzo, pero yo no tenía hambre, es obvio. Nervios, ansiedad, temor a que Clara se diera cuenta que yo no había viajado habilitando que Federico cumpla su deseo de tener un mano a manos los dos solos. Aproveché que estaba solo, tomé una hoja membretada y escribí rápidamente la solicitud por la que la empresa requería que viajara el sábado a las 17 hs rumbo a La Pampa, a comprar unos repuestos que solo se fabrican alli, y es costumbre de esa fábrica que a las 21 horas de los sábados siempre se reúnen los dueños para hacer el balance de la semana. Debía irme de casa a las 16.15, instalarme en un hotel a un rato después y esperar hasta las 22.30, la hora que dijo Federico en el plan que urdió que iba a enfrentar a Clara. Todas esas horas serían eternas, imaginé. Imprimí la hoja, la metí en un sobre que guarde en mi portafolios. Miré la hora. Casi las 14. ¡Tenía que mensajear al pendejo! Le envíé un whatsapp: "Federico. Soy Luis el padre del Fichu. Yo estoy siguiendo las directivas que pautamos. Pero necesito charlar con vos. Decime si te puedo llamar". Al toque un audio. Presiono play y escucho de que manera habla el amigo de mi hijo. Que borrego arrogante. Me habla como sabiendo que me siento humillado pero caliente. Lo llamo. "Hola, Federico. Quiero consultarte cosas que no me quedaron claras". El suspira del otro lado "Decime". "Suponete que mañana llegás mi casa a las 22.30 como me dijiste y las cosas no son tan fáciles como vos creés. Y entre la tozudez de Clara y su disgusto y tu insistencia para que no se te frustre lo que das por seguro, las horas pasan y de golpe son las 4 de la mañana. ¿Que plan tenés en ese caso?". Resopla "Luis. No va a pasar como creés. No quiero que sientas que te estoy gozando, pero no hay otra forma de decirlo. A las 4 de la mañana tu mujer ya habrá tenido 4 ó 5 orgasmos, probó la leche de un varón por primera vez y quizás, no lo se, nos tomemos un descanso abrazados y besándonos con lengua, sin separar nuestros labios". Lo escuchaba con esa seguridad petulante, hablar asi de mi mujer, tan irrespetuosamente que por consecuencia también era grosero para conmigo. Si bien una parte de mi se enfurecia al extremo de querer romperle la cara mi lado perverso se excitaba, luego de permanecer dormido por años en los que el desencanto de no vencer a la timorata de Clara . Lo admito, era la 2da vez, en 2 dias que teniendo una charla privada con Federico sentía como mi pija se ponía dura. "Escuchame Federico" lo encaré poniendome un poco menos permisivo. "Te exijo repeto para con Clara, ok? Ella es mi esposa, pero también la madre de uno de tus mejores amigos y cuando vos eras un chiquilin, te trató como una mamá. No quiero enterarme que le faltaste el respeto o dijiste o hiciste algo contra su voluntad ¿estamos?". Otra vez escucho el resoplido de alguien fastidioso. "Decime Luis ¿ella te dijo que anoche le falté el respeto?". "No tan explicitamente" respondí "pero te aprovechaste de su timidez y abusaste de ella". Escucho una carcajada que me deja absorto. "¿Abusar? Luis a ver si entendés. Clara jamás me dijo que no, ni me apartó, ni se enojó. Se quedó quieta, sorprendida, como te explique y me dejó hacer. Asi que de abuso nada". Pendejo agrandado, tiene respuesta para todo y cada una de ella, me hace crecer aun más mis cuernos. "Pero vos sabés que ella se quedo paralizada como quien está en estado de shock sin poder moverse, porque la situación sobrepasó su poder de razonamiento" le dije pero él siempre se las rebusca para tener la carta ganadora. "Luis. Cuando la empecé a bombear, al tomarla de la cintura y darle el culo y parte de su concha contra mi pija reparada, no lo tomes a mal, pero yo sentía como se iba mojando. Escuchaba el sonido de su bombacha mojada, que traspasó su jogging y en un momento su humedad mojó mi jean. Admito que ella no me pidió nada, ni se comportó como una regalada. Pero cuando mi mano acarició su piel, le corri el corpiño, llegué a su teta desnuda y le estimulaba el pezon, seguia trayendola y alejandola y su humedad era muy notoria". Y como sabiendo que le iba a rebatir algo me ordena "Vos dejame a mi. Yo lo empecé, yo lo desarrollé y yo lo voy a terminar tal como te lo dije un montón de veces". Yo ahi parado, escondido en una oficina vacía me iba dando ceunta de lo cornudo que había empezado a convertirme y eso me provocaba una tremenda calentura. Lo dejé hablar porque el relato de lo que se había propuesto que, de resultar exitoso para él, me dejaba como un forro con cuernos y resignificaba sexualmente a mi mujer me obligó a pajearme. "¿Estás ahi, no?" Yo tenia el celular con el micrófono muteado para que Federico no me escuche gemir ante semejante paja. "Recordá algo Luis. Cuando vos volvias de la bodega tu esposa me frenó con estas palabras: "Fede, viene mi marido". ¿Te parece que esa manera de hablarme es la que emplea una mujer que está sufriendo algo contra su voluntad o por el contrario, le avisa a, digamos su "amante sorpresivo" en forma casi cómplice que es momento de parar pero la causa es "porque llega el marido"? Quiero que lo veas claramente. No me dijo: "Basta, hijo de putas". Escuchamos que venías, ella toda mojada, con mi mano en el pezón, se da vuelta y me avisa asi: "Fede, viene mi marido" que sería como una esposa infiel le avisa a su macho "Ojo que nos puede descubrir mi esposo". Fue en ese momento que me di cuenta que Clara puede bajar la guardia. Luis. ¿Estás ahi?". Yo había puesto el celular en un estante de un mueble que estaba colgado de la pared, al lado de un escritorio asi me quedaba a la altura del oido mientras seguía con la paja que él me estaba llevando a hacerme. Con mi mano mojada de saliva, presemen y sudor presioné el botón del mic y le respondí que estaba ahi, escuchandolo.
"Bien. Entonces ¿seguimos con nuestro trato ¿no es asi?" Claro que quería: ya estaba a punto de acabar y seguro que mañana me recibiría de cornudo y él sería más macho. Y mientras aceptar el pacto me transformaba en más y más perdedor y a él en el triunfador... dejé caer mi máscara y me rendí a esta nueva sensación de excitarme. Mientras me sacudía la verga, imaginaba a la pacata, a la asexuada, a Clara, la que huía del sexo gimiendo como una yegua, enchastrarse la entrepierna de tantos orgamos producidos por otro hombre por otra pija que no era la mia asi que lo acepté: en ese precisísimo momento me importaba muy poco si alguna vez ella sería puta conmigo porque lo que estaba consintiendo es que si mi mujer era la más puta con otros mientras yo me pajeaba, el placer que yo iba a experimentar sería inexplicable. Y viendolo en perspectiva, era un tremendo avance pues, reconozcámosló, era lo más parecido a lo que siempre quise de ella, por lo que tanto luché y fracasé. La quiero puta. Si no es conmigo, que sea con otro. Y me resignaré con gusto a masturbarme mientras -finalmente- veré ese cuerpo tallado para que lo habite una hembra caliente y sedienta de sexo se retuerce gritando y gimiendo mientras es poseída por un macho ¿Tendré la fortuna? No lo se. Pero la obsesión por sacarla de la iglesia sacrosanta que la rodeaba y arrastrarla hasta el más sucio y morboso infierno era a esa altura lo único que deseaba aunque el que manejara el carruaje rumbo a la tierra del pecado no sea yo. No se cuanto pasó desde que Federico me preguntó si seguíamos con el trato pero su voz del otro lado volvió a sonar segura y dominante "Luis. El domingo va a empezar una vida nueva para vos. Creo que la que siempre soñaste. Te lo aseguro. Luis. ¿Estás ahi?". Claro que estaba ahi, en el suelo porque la acabada que tuve fue tal que me desarme y terminé en el piso. "¿Luis? ¿Te enojaste?". Me paré tomé el celular y le dije. "No, recordá que estoy en el trabajo.". "Bueno" expresó Federico en tono "ya quiero cortar" y agregó "¿Tenés alguna otra consulta antes de que cortemos?". Tenía una más. Mientras me secaba la leche de las manos, el pantalón y el escritorio con unos papeles que había por ahi le respondí "Hace un rato te dije que quería que seas educado con mi mujer ¿no? Que si trascurren 2 o 3 horas y no pasa nada, no la fastidies. Pero ahora mi consulta es a la inversa. Y si, como si fueras un mago, un ilusionista, y te la cojés enseguida... vos sos joven, lleno de testosterona... de aguante... y se hacen las 4 o 5 de la madrugada.... ¿vas a tener la madurez para despedirte tras sentirte satisfecho porque lograste tu cometido y tuviste tu regalo de cumpleaños?". Hizo silencio unos segundos y me respondió, derrotándome de nuevo. "Luis. Ponete de acuerdo. Me pedís que sea cuidadoso, correcto, de buenos modales con tu esposa y que no haga nada contra su voluntad. ¿Y si su voluntad es que aunque sean las 5 de la madrugada ella no quiere que me vaya? Si ante la posibilidad de cumplir tu pedido amago con irme pero Clara me pide que me quede total... "Fede, todavia no viene mi marido"? Jajajaja". Su risa me humilló, tenía razón. Dios. Y yo viendo todo en secreto. "Bueno, ya me enteraré" le dije. "Adiós. Mañana voy a estar en La Pampa" le mentí. "Perfecto. Ya hablaremos. O el domingo o el lunes, quedate tranquilo. Buen viaje. Me lo vas a agradecer, Luis" fue su manera de despedirse, porque cortó la llamada.
Miré la hora: 15.23. En media hora Clara y el Fichu dejarían la casa vacía para ir por el regalo y yo por la calentura que me produjo hablar con Federico, por la paja, la subsiguiente acabada mientras imaginaba a mi esposa cogida por otro se me pasó el tiempo. Tenía que volar a casa porque era el momento de colocar las cámaras... ¿Me alcanzarán unos 90 minutos?
... mirá que sigue....
#Cornudo #EsposaInfiel #MILF #Cuernos #PutaInfiel #Infidelidad #Cuckold #Cocaina #Merca
Todos fueron al buffet. Era la hora del almuerzo, pero yo no tenía hambre, es obvio. Nervios, ansiedad, temor a que Clara se diera cuenta que yo no había viajado habilitando que Federico cumpla su deseo de tener un mano a manos los dos solos. Aproveché que estaba solo, tomé una hoja membretada y escribí rápidamente la solicitud por la que la empresa requería que viajara el sábado a las 17 hs rumbo a La Pampa, a comprar unos repuestos que solo se fabrican alli, y es costumbre de esa fábrica que a las 21 horas de los sábados siempre se reúnen los dueños para hacer el balance de la semana. Debía irme de casa a las 16.15, instalarme en un hotel a un rato después y esperar hasta las 22.30, la hora que dijo Federico en el plan que urdió que iba a enfrentar a Clara. Todas esas horas serían eternas, imaginé. Imprimí la hoja, la metí en un sobre que guarde en mi portafolios. Miré la hora. Casi las 14. ¡Tenía que mensajear al pendejo! Le envíé un whatsapp: "Federico. Soy Luis el padre del Fichu. Yo estoy siguiendo las directivas que pautamos. Pero necesito charlar con vos. Decime si te puedo llamar". Al toque un audio. Presiono play y escucho de que manera habla el amigo de mi hijo. Que borrego arrogante. Me habla como sabiendo que me siento humillado pero caliente. Lo llamo. "Hola, Federico. Quiero consultarte cosas que no me quedaron claras". El suspira del otro lado "Decime". "Suponete que mañana llegás mi casa a las 22.30 como me dijiste y las cosas no son tan fáciles como vos creés. Y entre la tozudez de Clara y su disgusto y tu insistencia para que no se te frustre lo que das por seguro, las horas pasan y de golpe son las 4 de la mañana. ¿Que plan tenés en ese caso?". Resopla "Luis. No va a pasar como creés. No quiero que sientas que te estoy gozando, pero no hay otra forma de decirlo. A las 4 de la mañana tu mujer ya habrá tenido 4 ó 5 orgasmos, probó la leche de un varón por primera vez y quizás, no lo se, nos tomemos un descanso abrazados y besándonos con lengua, sin separar nuestros labios". Lo escuchaba con esa seguridad petulante, hablar asi de mi mujer, tan irrespetuosamente que por consecuencia también era grosero para conmigo. Si bien una parte de mi se enfurecia al extremo de querer romperle la cara mi lado perverso se excitaba, luego de permanecer dormido por años en los que el desencanto de no vencer a la timorata de Clara . Lo admito, era la 2da vez, en 2 dias que teniendo una charla privada con Federico sentía como mi pija se ponía dura. "Escuchame Federico" lo encaré poniendome un poco menos permisivo. "Te exijo repeto para con Clara, ok? Ella es mi esposa, pero también la madre de uno de tus mejores amigos y cuando vos eras un chiquilin, te trató como una mamá. No quiero enterarme que le faltaste el respeto o dijiste o hiciste algo contra su voluntad ¿estamos?". Otra vez escucho el resoplido de alguien fastidioso. "Decime Luis ¿ella te dijo que anoche le falté el respeto?". "No tan explicitamente" respondí "pero te aprovechaste de su timidez y abusaste de ella". Escucho una carcajada que me deja absorto. "¿Abusar? Luis a ver si entendés. Clara jamás me dijo que no, ni me apartó, ni se enojó. Se quedó quieta, sorprendida, como te explique y me dejó hacer. Asi que de abuso nada". Pendejo agrandado, tiene respuesta para todo y cada una de ella, me hace crecer aun más mis cuernos. "Pero vos sabés que ella se quedo paralizada como quien está en estado de shock sin poder moverse, porque la situación sobrepasó su poder de razonamiento" le dije pero él siempre se las rebusca para tener la carta ganadora. "Luis. Cuando la empecé a bombear, al tomarla de la cintura y darle el culo y parte de su concha contra mi pija reparada, no lo tomes a mal, pero yo sentía como se iba mojando. Escuchaba el sonido de su bombacha mojada, que traspasó su jogging y en un momento su humedad mojó mi jean. Admito que ella no me pidió nada, ni se comportó como una regalada. Pero cuando mi mano acarició su piel, le corri el corpiño, llegué a su teta desnuda y le estimulaba el pezon, seguia trayendola y alejandola y su humedad era muy notoria". Y como sabiendo que le iba a rebatir algo me ordena "Vos dejame a mi. Yo lo empecé, yo lo desarrollé y yo lo voy a terminar tal como te lo dije un montón de veces". Yo ahi parado, escondido en una oficina vacía me iba dando ceunta de lo cornudo que había empezado a convertirme y eso me provocaba una tremenda calentura. Lo dejé hablar porque el relato de lo que se había propuesto que, de resultar exitoso para él, me dejaba como un forro con cuernos y resignificaba sexualmente a mi mujer me obligó a pajearme. "¿Estás ahi, no?" Yo tenia el celular con el micrófono muteado para que Federico no me escuche gemir ante semejante paja. "Recordá algo Luis. Cuando vos volvias de la bodega tu esposa me frenó con estas palabras: "Fede, viene mi marido". ¿Te parece que esa manera de hablarme es la que emplea una mujer que está sufriendo algo contra su voluntad o por el contrario, le avisa a, digamos su "amante sorpresivo" en forma casi cómplice que es momento de parar pero la causa es "porque llega el marido"? Quiero que lo veas claramente. No me dijo: "Basta, hijo de putas". Escuchamos que venías, ella toda mojada, con mi mano en el pezón, se da vuelta y me avisa asi: "Fede, viene mi marido" que sería como una esposa infiel le avisa a su macho "Ojo que nos puede descubrir mi esposo". Fue en ese momento que me di cuenta que Clara puede bajar la guardia. Luis. ¿Estás ahi?". Yo había puesto el celular en un estante de un mueble que estaba colgado de la pared, al lado de un escritorio asi me quedaba a la altura del oido mientras seguía con la paja que él me estaba llevando a hacerme. Con mi mano mojada de saliva, presemen y sudor presioné el botón del mic y le respondí que estaba ahi, escuchandolo.
"Bien. Entonces ¿seguimos con nuestro trato ¿no es asi?" Claro que quería: ya estaba a punto de acabar y seguro que mañana me recibiría de cornudo y él sería más macho. Y mientras aceptar el pacto me transformaba en más y más perdedor y a él en el triunfador... dejé caer mi máscara y me rendí a esta nueva sensación de excitarme. Mientras me sacudía la verga, imaginaba a la pacata, a la asexuada, a Clara, la que huía del sexo gimiendo como una yegua, enchastrarse la entrepierna de tantos orgamos producidos por otro hombre por otra pija que no era la mia asi que lo acepté: en ese precisísimo momento me importaba muy poco si alguna vez ella sería puta conmigo porque lo que estaba consintiendo es que si mi mujer era la más puta con otros mientras yo me pajeaba, el placer que yo iba a experimentar sería inexplicable. Y viendolo en perspectiva, era un tremendo avance pues, reconozcámosló, era lo más parecido a lo que siempre quise de ella, por lo que tanto luché y fracasé. La quiero puta. Si no es conmigo, que sea con otro. Y me resignaré con gusto a masturbarme mientras -finalmente- veré ese cuerpo tallado para que lo habite una hembra caliente y sedienta de sexo se retuerce gritando y gimiendo mientras es poseída por un macho ¿Tendré la fortuna? No lo se. Pero la obsesión por sacarla de la iglesia sacrosanta que la rodeaba y arrastrarla hasta el más sucio y morboso infierno era a esa altura lo único que deseaba aunque el que manejara el carruaje rumbo a la tierra del pecado no sea yo. No se cuanto pasó desde que Federico me preguntó si seguíamos con el trato pero su voz del otro lado volvió a sonar segura y dominante "Luis. El domingo va a empezar una vida nueva para vos. Creo que la que siempre soñaste. Te lo aseguro. Luis. ¿Estás ahi?". Claro que estaba ahi, en el suelo porque la acabada que tuve fue tal que me desarme y terminé en el piso. "¿Luis? ¿Te enojaste?". Me paré tomé el celular y le dije. "No, recordá que estoy en el trabajo.". "Bueno" expresó Federico en tono "ya quiero cortar" y agregó "¿Tenés alguna otra consulta antes de que cortemos?". Tenía una más. Mientras me secaba la leche de las manos, el pantalón y el escritorio con unos papeles que había por ahi le respondí "Hace un rato te dije que quería que seas educado con mi mujer ¿no? Que si trascurren 2 o 3 horas y no pasa nada, no la fastidies. Pero ahora mi consulta es a la inversa. Y si, como si fueras un mago, un ilusionista, y te la cojés enseguida... vos sos joven, lleno de testosterona... de aguante... y se hacen las 4 o 5 de la madrugada.... ¿vas a tener la madurez para despedirte tras sentirte satisfecho porque lograste tu cometido y tuviste tu regalo de cumpleaños?". Hizo silencio unos segundos y me respondió, derrotándome de nuevo. "Luis. Ponete de acuerdo. Me pedís que sea cuidadoso, correcto, de buenos modales con tu esposa y que no haga nada contra su voluntad. ¿Y si su voluntad es que aunque sean las 5 de la madrugada ella no quiere que me vaya? Si ante la posibilidad de cumplir tu pedido amago con irme pero Clara me pide que me quede total... "Fede, todavia no viene mi marido"? Jajajaja". Su risa me humilló, tenía razón. Dios. Y yo viendo todo en secreto. "Bueno, ya me enteraré" le dije. "Adiós. Mañana voy a estar en La Pampa" le mentí. "Perfecto. Ya hablaremos. O el domingo o el lunes, quedate tranquilo. Buen viaje. Me lo vas a agradecer, Luis" fue su manera de despedirse, porque cortó la llamada.
Miré la hora: 15.23. En media hora Clara y el Fichu dejarían la casa vacía para ir por el regalo y yo por la calentura que me produjo hablar con Federico, por la paja, la subsiguiente acabada mientras imaginaba a mi esposa cogida por otro se me pasó el tiempo. Tenía que volar a casa porque era el momento de colocar las cámaras... ¿Me alcanzarán unos 90 minutos?
... mirá que sigue....
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