La conversión de Mariana (pt 16)
Mariana, sobre la cama matrimonial de sus padres, completamente desnuda, con sus hermosas, interminables y delgadas piernas abiertas mientras su madre, Marisa, completamente caliente por Darío, la merca y el whisky le chupaba la concha con una destreza que salvo por flashes de 2 segundos, a Marisa ya no la inquietaba que fuera su progenitora. Cuando se dió cuenta que su bolso había quedado sobre un mueble ubicado en la otra punta del dormitorio paterno y dentro de él, la merca que ya deseaba volver a ingerir, recordó que su madre y Darío estaban tomando desde el vidrio de un cuadro apoyado en el amplio sommier en el que alguna vez la puta de su madre se habrá dejado cojer por el cornudo de su padre, asi que mientras Marisa le escupia la concha, le lamía el clítoris y le hundía 2 dedos, giró y vió el cuadro: era la foto de casamiento de sus viejos! "Mi mamá cruzó todo límite. Darío es realmente un macho alfa. ¡No solo calentó a mi vieja, hizo que volviera a merquearse, se la levantó, se la garcha, ella confiesa que se enamoró de él... que para más humillación a mi papá, usa el cuadro de casamiento para poner la merca, que puta, infiel, descarrilada mi madre!" pensó. Pero no tuvo remordimientos: en el cuadro tapándole todo el cuerpo a Cristian, su cornudo padre, fácil, habría 5 gramos. Asi que aprovecho ya confeccionó 2 lineas que cada una tendrían el tamaño del dedo índice de un hombre alto. Las aspiró rápido y cuando su madre la escuchó, frenó su fantástica tarea de su mamada vaginal le dice "Armá unas 10, hija" y volvió a hundirse en la catarata de flujo que era la concha de Mariana.
Ya serían las 21.30 hs pensó, Hace como 20 minutos que Marisa lamia, besaba, hundía sus dedos de fina mujer en la entrepierna de su hija... los gemidos de Johanna apoyada en sus codos en una cómoda antigua, recibía los embates veloces y profundos de Darío, quien cada tanto le daba una nalgada fuerte lo que le provocaba a su compañera de trabajo un típico gemido mezcla de dolor y placer. El macho retira su verga de la concha de Johanna, va a su pantalon tirado en el piso, toma una tarjeta de crédito con la que junta una buena cantidad de merca, aspira una parte, le da vuelta la cabeza a Johanna que seguía semi parada con los codos en el mueble como esperando pija, la besa rico, le convida merca y lo que sobró de la tarjeta se lo pone en el culo de la "nueva víctima". Y le avisa: todo para Johanna era nuevo. ¡Dario le iba a tomar merca desde su culo enrojecido por las nalgadas! Asi que ella se quedó con la cabeza mirando hacia atrás recaliente porque a cada rato experimentaba algo novedoso. Cuando Dario aspiró ese culo hermoso, Mariana -que de tanto en tanto los observaba- juraría que tuvo un orgasmo.
Darío estaba totalmente desnudo, y ella lo miraba caliente. Sabía que a pesar de que Julián se había cruzado en medio del turbio vínculo entre su perverso compañero y ella, lo que hacía que dudara de quien era realmente la puta "¿del machazo de Darío o del poderoso y amoroso Julián?", no pasaba por su cabeza cambiar a Darío por el taxista. Pero no era tonta: podía estar hipnotizada del poder de quien la había convertido en una puta merquera sin escrúpulos pero también veía que él siempre estaba una cuadra adelante: se levantó a su madre, se estaba cogiendo a Johanna y quien sabe fuera de ese entorno conocido de Mariana, que otras esclavas enceguecidas tendría por ahi. Su madre en silencio levanta el indice en señal de "ahora vengo". Camina completamente desnuda, transpirada, chorreada de leche y sus flujos hasta su mesa de luz, que era enorme, abre la puerta con una llave y saca algo parecido a esas cajas fuertes de chapa, bastante amplia. Abre con otra llave la tapa y Mariana no pudo creer lo que veia. Marisa, su madre, más puta imposible, venía con 2 dildos en cada mano, como pijas de negros de 25 cm cada uno. "Mamá ¿desde cuando tenés consoladores?". Su madre sonríe, le da uno a Johanna otro a Darío, el tercero a su hija y se queda con el restante. Recién ahi le contesta. "Hija, hija. Tu padre en estos casi 30 años de casados se ha ausentado del país muchísimas veces. Está bien que Rómulo y Marcos, sus dos amigos, ¿te acordás? aprovechaban y me saciaban en esas 2 o 3 semanas que Cristian me dejaba sola, pero en unas vacaciones que hicimos juntos, por España, Francia, Italia, estando en Inglaterra, él se empecinó en ir a un barrio alejado ya que tenía el dato de que había un negocio que tenía trajes del tipo que a él le gustaban. 5 locales antes de esa sastreria veo que hay un sexshop asi que disimuladamente le dije que fuera él el tiempo que quisiera a comprarse un par de trajes que yo pasearía por el barrio. Hará 15 años de esto. ¿Te acordás que vos y tu hermano se quedaron con la abuela? Bueno, entré y estaba lleno de juguetes. Y elegí mis primeros dos dildos. Los otros los compré aca, después. Tu padre nunca se enteró, claro". Marisa para, se jala dos rayas y parece recordar un dato extra "Ah, entre parentesis... el sex shop lo atendía un cuarentón fachero y mandado. Cuando me vió sola y buscando consoladores, no me quitó la mirada de mi culo y mis tetas y cuando voy a la caja a pagar me dice "Wait me a moment" se va a la puerta la cierra con llave y con una cara que me recalentó me dice "Do you wanna prove this dildos?". Me estaba diciendo si queria masturbarme ahi. No respondí, pero pasé del otro lado del mostrador y el me guió hacia la parte trasera. Tenia un departamento pequeño. Yo iba adelante asombrada sin poder negarme cuando me toma de los hombros, me vuelve hacia él y me da un beso que no olvidaré jamás. Ya estaba mojada, hija. Me desviste, me acuesta com-ple-ta-men-te desnuda y a su merced en su cama me chupa la concha luego de expresar "My God! What a hottiest MILF!" y cuando me sintio bien lubricada me metió el 1ero. Yo volaba de caliente, más por el morbo de la situación ¿entienden?" ya contandole la expleriencia a Darío y Johanna quienes asombrados habían detenido su desenfreno sexual. "Él se quedó vestido. Me hizo acabar muy rico con el primero. Se bajo el cierre del pantalón y me dijo "Please, now please me like I please you" y amé esa pija, me enamoró ese inglés desvergonzado. Me tiró la leche en la cara pasó el otro dildo por la gran cantidad de semen que me había regalado y me lo hundió ahi abajo. "With my cum entering your vagina along with the dildo, it's going to feel like I'm fucking you, don't you think?". Y me hizo acabar de nuevo, con el dildo y su leche adentro mio". Mariana la frena y le dice "Mamá, recién hoy te estoy conociendo. ¿Quien fue mi madre por más de 20 años? Una actriz. Merquera, infiel, puta.. ¿que más?". "¿Querés algo más? porque falta el final, antes de reencontrarme con tu padre que estaba boludeando con unos trajes de mierda. El inglés se llamaba Paul. Y mientras me estaba vistiendo, con la bombacha arriba de toda mi concha empapada veo que toma una cajita de médico, saca una jeringa -vos sabés que los ingleses son los campeones de la heroina- y la hunde en un frasquito de vidrio. "They shouldn't use much of this in your country, right, my dear?" me pregunta Paul. Yo niego con la cabeza. Paul se acerca con la jeringa hacia mi. Y yo, eso fue lo que me pasaba con Paul: me sentía segura, protegida. Asi que el tipo me inyectó ahi mismo una dosis de heroína. Mi último recuerdo fue el beso de lengua que me dió Paul al despedirme. No se como llegué hasta la sastreria, no recuerdo de que cosas hablamos con tu padre, como llegamos al hotel, me debo haber bañado porque estaba sucia de sexo, lo supongo porque no tengo recueros de nada, lo único que tenía en mi mente eran visiones extravagantes, colectivos doblados en U, gente que iba en bicicleta pero marcha atras, colores turquesas, fucsia, lilas... hasta que desperté al dia siguiente, vivi esas horas en otro mundo."... Dijo esto y tomó un poco del polvillo, que dejó a la vista una parte de la foto del cuadro, justo la cara de su marido. Como si Johanna, Mariana y Darío no estuviesen ahi, Marisa al ver la cara del cuadro que había quedado abajo de la merca le habla al inocente esposo guampudo hasta la médula. "Cristian, lo único de placer que me diste en los años de casados" dice Marisa mirando el cuadro "fueron primero nuestros dos hijos y en segundo lugar el ausentarte tantas veces por año por tantas semanas, para mantenernos una posicion económica que vos pensaste para la familia pero la que además a mi me permitió disfrutar de la vida, sin vos, Cristian, cornudo marido mio. Pero al menos tu fortuna me dió la posibilidad darme todos los gustos que quise". Se da vuelta hacia Mariana "¿Sabés uno de lujos que me di porque el cornudo de tu padre logró que lleguemos a tener una posición económica holgada? Le pagué los pasajes y el hotel a Paul un año despues de aquella tarde de dildos, heroína, leche. Se quedó acá cerca, 2 semanas. Cojimos como novios, me inyectó heroína un par de veces, me penetraba con su pija por la concha y con un dildo por el culo al mismo tiempo. Me lo traje para acá a mi amante inglés. Lamentablemente al poco tiempo murió de cáncer, me escribió un dia antes, ya sabía que se iba de este mundo, sino todavia seguiría pagandole todo para que venga a darme lo que otros, y menos tu padre me podia dar". Darío se acercó, la abrazó, la besó miró a Johanna y a Mariana y les dijo "Si no les molesta, en este momento quiero volver a cojer a esta hermosa y libre mujer. En dos horas cae ya sabemos quien..." agregó.
La acostó como para hacele un misionero y le enterró la pija mientras Mariana observaba el cuerpo de su madre. A sus 50 y pico estaba reluciente. Sus tetas eran perfectas, sus caderas curvas, su barriga musculosa, y unas hermosas piernas. Ella nunca dejó el gimnasio. Sabía que el sexo, la lujuria, el morbo, la experimentación erótica con la que habia nacido y eran drogas a las que siempre fue adicta la obligaban a que el paso del tiempo no deteriore su mayor atracción: semejante físico.
Y ahi se quedaron un rato Mariana y Johanna escuchando como gemía con la vergaza de Dario adentro, y observaron coincidiendo ambas que por cada bombeo, parecia rejuvenecer 2 años. En un momento, totalmente desinhibida, garchada por el macho que la volvia más puta, Mariana escuchó a su madre decirle a Darío "Mirá qq....q...que des... des... aghhh.... si, si....desde los 16 aa...aaa...ños me he abierto... ah.. ah.... Dios... para que me metan pi... pi... pijas eh? pero vos sos distin... dis... distinto. Sos un macho dis... aghh....dis...frazado de tipo común pero q... q...que conoce lo más oscuro, lo más turbio del sexo y otros placeres. Ahhhhh Ahhhh... asi asi.... dame... Fifar con vos, amor, es oo...tra cosa.... totalmente nueva.... ahhhhhhhhhhh acaboooooooooo...." Mariana y Johanna, se abrazaron de costado mirando como Darío enloquecía a Marisa. Ambas estaban completamente desnudas, sudadas, una con leche de Darío empastada por sus jugos dentro de su vagina que le chorreaba por las piernas, la otra con la concha latiendo como el corazón de un corredor de maratón, no solo por el tremendo sexo oral que le dio Marisa, su propia madre... el relato subsiguiente a venir con los dildos, su amante inglés, la forma de definir a Cristian, su esposo, ajeno completamente a la doble vida de su compañera desde hace casi 3 décadas... cuando varios gemidos de Darío, fuertes, orgásmicos, pletóricos de placer, la volvieron a ubicar en donde estaba. Indudablemente el nuevo amante de madre e hija había llenado de leche la concha de Marisa. La imagen era inédita para Mariana. Solo 4 meses antes ver a su madre garchando con un flaco unos 25 años menos que ella la hubiera desquiciado, se habría distanciado quizás para siempre pero esta nueva Mariana estaba toda empapada observando excitada a quien aparentaba -en toda esa escena orgiástica- una mujer joven de no mas de 30 años. Es totalmente cierto: Marisa, la mamá de Mariana, cojiendo drogada, borracha, reputa era una post adolescente.
Marisa quedó casi desmayada en el sommier justo al lado del cuadro con la foto de su casamiento con el padre de Mariana. Dario, que lucia sin pudor su pija chorreando leche y fluidos de la vagina de la dueña de casa caminó hasta el bargueño y se sirvio un vaso de whisky doble "¿Quieren?" preguntó a su harén. Tres mujeres siendo disfrutadas por un solo hombre quienes a la vez estaban gozando no solo genitalmente; la situacion de trampa de Dario, en la habitacion de Cristian y su mamá cogiendose a Marisa, luego ella misma, chupandole la concha a su hija mientras el macho hacia gemir por atrás a Johanna, los 4 seres humanos tomando merca, el relato de Marisa... el cerebro de esas 3 hembras estaba bombardeado de morbo, suciedad, cosa turbia... ¿Habrían tocado fondo ya?
Marisa advierte "Ojo que son las 22.35". Aunque a la mayor del grupo se le notaba el desfaste fisico por la gimnasia sexual sin detenimiento que venia realizando desde las 20 hs recibir esta cogida con Dario fue infernalmente agotadora. De golpe, la dueña del hogar, retoma sus aires juveniles y lanza al trio restante "No nos vamos sin usar los dildos, eh?".
Mariana tuvo un flash. Se percató que era a la única a la que Darío no habia penetrado y sintió algo parecido a celos, injusticia -despues de todo Johanna y su madre lo estaban disfrutando gracias a ella- y se los hizo saber. "Una cosa. Una cosa. Antes de los dildos, Johanna, tenés que cojer con mi vieja y vos Dario... no me tocaste un pelo". Dario sonrío, victorioso y mientras camina con 2 vasos de whisky hacia ella le lanza un chiste "Estas depilada, no voy a poder tocarte pelos". Le extiende el vaso, Marisa sonrie, le da un trago y nota que Dario la toma de la mano, entrelazando los dedos. "Marisa, Johanna practiquen ustedes con las pijas sintéticas yo me voy al baño, con Mariana. Los dos solos. ¿Ok?". ¿Que le iban a responder, si ninguna tendría la voluntad de negarle lo que él digitara?
Mariana, tomada fuertemente de la mano por Dario como novios, lo sigue hasta el hermoso baño en suite y cuando gira su cabeza hacia la cama, segundos antes de ingresar al sitio elegido por su macho en el cual, ¡al fin! iba a gozar del tipo que la reconvirtió vió que su madre y Johanna estaban pajeando una a la otra con los dildos... fue un instante, desaparecieron y se escuchó el sonido de la puerta del toilette cerrarse...
Continuará.