Mi esposa me avisa que esa noche dormirá en el cuarto de su compañero de trabajo, con el que coquetea todo el dia.
Llevamos casados algo mas de 20 años. Tenemos 2 hijos adolescentes y hasta el momento que les voy a relatar, Ruby y yo fuimos muy felices. Yo soy ingeniero y me desempeño como gerente de una empresa de ingenieria mientras mi esposa es asistente legal en un prestigioso bufete de abogados. Yo tengo 42 y ella 39 años y como siempre hemos hecho una vida saludable. Gimnasio, actividades al aire libre, excursiones cuando el clima ayuda.
Por suerte, por mi posición, no trabajaba los fines de semana ni hacia horas extras salvo algún viaje que tenía que realizar fuera de la ciudad para realizar conferencias y Ruby una, dos o tres veces al año trabajaba horas extras en algun caso importante. Aunque por lo que cuento, todo parecia normal, no supe ver las negras nubes de tormenta empezaban a ensombrecer nuestra pareja. Estas nubes tenian la forma de un joven abogado contratado en el bufete llamado Benjamín Aguar Sethman, fanático del entrenamiento, se encontraba en magnífica forma, era seguro, audaz y arrogante, además de soltero, vivía solo.
Si bien Ruby jamas me contó de su ingreso, recién lo conoci en uno de los eventos laborales del bufete en el que coqueteó con ella toda la noche incluso en mi presencia. Cuando exprese mi insatisfaccion, mi mujer me menospreció "Madurá, Sergio" agregando que era inofensivo. En la soledad de nuestra casa le expliqué que confiaba en ella pero que mi fastidio se debió a que el arrogante era un irrespetuoso y que ella me habia desilusionado al coquetear con otro hombre frente a mi, su esposo. Si bien no la noté arrepentida, se disculpó.
Por los siguientes 6 meses no tuve que cruzarmelo pero Ruby estaba casi absorbida por su trabajo en un caso importante que llevaba dos años. Trabajaba 14, 15 horas y como llegaba muy tarde llamaba cada noche a la hora de la cena a ver como estabamos. Se que no era ella sola la encargada absoluta de ese caso, la acompañaban otras personas. Una de ellas era Benjamin.
Aunque nunca me enteré de que hayan tenido una aventura, al menos en un 100%, el coqueteo continuó y se fue intensificando.
En el juicio de ese caso, finalmente el cliente del bufete salió favorecido asi que el Dr. Bernárdez, jefe del bufete, decidió festejar alquilando una cabaña cerca de las montañas a 4 horas de nuestra ciudad invitando a todos los que trabajaron en la causa para pasar el fin de semana con sus parejas. Decidimos que nuestros niños de 15 y 17 años ya podían no depender de nosotros y se nos ocurrió, como experiencia, que se queden en casa solos. Y asi, Ruby y yo partimos hacia el fin de semana de cabaña el viernes por la tarde.
Una vez que llegamos, a eso de las 20 hs nos dijeron cual seria nuestra habitacion y ahi dejamos nuestras valijas. Y al bajar, Benjamín volvió con sus coqueteos hacia Ruby que intenté no ver. Cuando el joven abogado se alejó, le expresé mi descontento nuevamente, ya que ella coqueteaba a la par pero como ignoró mis palabras, decidi dejarla sola y charlar con algunas parejas que nos acompañaban.
Cenamos y luego se armó una fogata en la terraza trasera pero ya era tarde asi que, a pesar de su negativa, mi esposa y yo nos fuimos a dormir. Estaba cansado y bastante enojado con ella. Ya bajo las sábanas me ubiqué bien lejos de ella y me dormí. Desperté a la mañana con un rico aroma a café recién preparado. Ruby dormia, por lo que me levanté de la cama sutilmente, me vesti bastante informal y bajé rumbo a la cocina en donde se estaba preparando un rico y abundante desayuno. Empezaron a llamar a todos los compañeros que aun dormían mientras yo me puse a ayudarlos a servir la mesa, cortar el pan para tostarlo mientras el resto se iba ubicando en la enorme mesa. Cuando tomé mi taza de café para tomar una silla veo que Benjamín habia ocupado mi lugar: estaba sentado junto a mi esposa. "Perdón, estás sentado en mi sitio" le dije lo mas amablemente que pude. La que respondió fue Ruby "Querido, estamos en medio de una conversacion ¿Podrías sentarte por alli, por favor? Solo esta vez". Fastidioso le eché en cara que mientras ella dormia yo estaba ocupado ayudando aguardando que ella venga para sentarme a su lado y charlar en el desayuno. "Me siento por ahi pero solo esta vez" dije elevando el volúmen de mi voz". A ella ni la raspó mi tajante explicación y me humilla "Vos y yo podemos charlar todos los dias cosa que no es comun que me pase con mis colegas de la oficina". Quedé atónito. Rellené mi taza de café y sali, solo, a la terraza trasera. Me senté en un banco tratando de reflexionar lo que acababa de pasar recordando que algunas caras de los que participaron de esa discusión me pusieron en alerta de que algo estaba pasando y no se veia bueno.
A lo largo del dia mi fastidio y enojo creció ya que mi esposa pasó la mayor parte de su tiempo con "Benja" como ella le decia. Luego del almuerzo, avisaron que habia llegado el tiempo de la excursión y ella, al lado del abogadito pegada todo el tiempo. Llegamos al lago y todo el grupo se dió un baño mientras ella, siempre a su lado. Cuando pude, ya no cuidando mis indirectas, le recordé: "vos sos mi esposa, no la novia de él" y ni me respondió.

A la hora de la cena, a alguien se le ocurrió que comiésemos en la terraza llevando la comida y alguna bebida porque la noche estaba hermosa. Mi mujer se sentó sola y cuando Benjamín ya se encaminaba para clavarse a su lado lo empujé con la cadera para sentarme yo. Ruby me miró con mucho enojo. Yo hacía fuerza para mantenerme tranquilo y tratar de que al menos en algún momento elija estar conmigo asi que le sonrei tomando su mano y recibi como respuesta su intencion de soltarse de mi, por lo que lo que tuve que sostenerla mas fuerte. Se quedó a mi lado pero ni me dirigió la palabra en las dos horas que cenamos bajo las etrellas. Noté que los demás sentian la tensión. Lo que parecia ser un fin de semana de relax se convirtió en un par de dias de mucha angustia. Como el resto me seguía observando me paré con una disculpa "Tuve una semana que me llenó de estress en mi trabajo. Mejor me voy a acostar. Buenas noches." Primero fui a la cocina a buscar algo de alcohol para dormirme mas rápido y cuando estaba cerrando la tapa del Bourbon entró mi esposa. "Necesito hablar ya contigo" me dijo. Le reconoci que me sorprendia que de golpe quisiera hablarme luego de que en todo el dia me ignorara hablando con el resto por momentos, dedicándole el 90 % de sus charlas al pendejo ese. Se sonrojó pero igual arremetió "Bueno, ¿ves? necesito explicarte esto. En primer lugar creéme: jamas te fui infiel. Nunca" Yo me reí "Estando con tu entorno casi 2 dias y viendo como te comportaste incluso delante de mi, no estoy seguro de eso". "Tengo que reconocerte que sí, que nos da placer coquetear con Benja, pero eso es todo. Él jamas me tocó, verdaderamente. Siempre te he sido fiel y ni se me ocurriría engañarte... pero...." "Ah" la paré "hay peros..." "Es que por eso estoy aqui hablandote. Admito que hay una atracción muy fuete ente Benja y yo. El coqueteo generó tantan tension que me hizo decidirme y necesito decirte que hoy pasaré la noche con él. Tenia que decirtelo porque no quiero engañarte". Yo la tomé de los hombros re sacado "No, no lo voy a permitir ¿Entendés?". Ella me responde "Sergio. Ya tomé la decisión. Necesito ver que es lo que realmente nos pasa. Es solo esta vez y mañana, volvemos a casa como si nada hubiese pasado". "No, no no" repetí mareado "Dije que no. Vas a cojerte a ese pedante justo delante de todos tus compañeros. ¿Y yo como quedo?". "Sergio, esto es mas fuerte que yo. Me empuja a hacerlo, lo voy a hacer. Ya hablaremos por la mañana o en el viaje de regreso a casa. Ya está decidido". Ruby se volvió dejándome solo.
Vacié mi vaso por el lavaplatos, ya no tenía deseos de beber para dormirme. Fui a mi cuarto y empaqué todas mis cosas dejando sus miserables petates como estaban. Apagué la luz de la habitación y me senté en la cama a esperar.
En una hora, el silencio me dio la pauta de que ya todos regresaron a su piezas. En media hora más estaran dormidos o distraidos Tomé mi bolso, salí del cuarto silenciosamente rumbo a la puerta y escuché algo que rompía el silencio del resto: los gemidos de una mujer al ritmo de una chirrido de una cama en movimiento. Ruby y su macho estaban confirmando "que les pasaba". Con una sención de gripe y fiebre traspasé la salida cerrándo la puerta tras de mi. Llegué a mi auto con una mezcla de dolor, decepción, ser el hazmereir, ser un cornudo. Y mucha fiebre...
A las 2 de la mañana ya estaba en mi casa. Me recibieron mis hijos que estaban mirando un film. "Papi! No llegaban mañana?" dijo uno mientras que el otro mirando que la puerta estaba ya cerrada se asombró "¿Y donde esta mamá?". Tomé coraje y les respondi "Tu madre todavia esta en la cabaña acostada con su nuevo hombre". No tuve diplomacia "¿Que querés decir en la cama con su nuevo hombre? ¿Mamá te esta engañando?" casi gritaron a dúo. "A eso pecisamente me refiero". Sin esperar seguir debatiendo con mis hijos porque me desbocaría me fui a dormir al cuarto de huéspedes ya que sentí como una especie de asco el acostarme en la cama matrmonial. Tuve que tomar clonazepam para que me durmiera el cerebro. A eso de las 9 am me despertó el insistente rington de mi celular. Lo miré y era la puta infiel que había sido mi mujer. Asi que la mandé al correo de voz viendo que habia 3 llamadas más y media docena de mensajes de texto. En los mensajes se la notaba preocupada. Pero en las tres llamadas intensificó su enojo. Me dijo que la estaban llevando y que ya la iba a escuchar cuando llegara a casa. Estaba furiosa. Me vestí con un equipo liviano de gimnasia y bajé a desayunar. Los niños se levantaron aun desorientados por no saber de su madre y le sugeri que cuando ella llegara se fueran a sus piezas ya que seguramente iba a estar de muy mal humor.
Al fin Ruby llegó entró dando un portazo y empezó a desahogarse relatando todo lo que él sabia: que se fue sin avisar, que no le contestó los llamados, que todo el mundo estaba preocupado y que se sintió humillada por pedir que la traigan a su casa porque su esposo la habia abandonado. "¿Vos humillada? No fue ni de lejos lo humillante que fue para mi cuando delante de todos te metiste en la cama con ese idiota arrogante y cuando me iba, escuché como gemías. Quiero que agarres tus cosas y vayas a vivir con tus padres. Vos has sido la adúltera y podés perder la tenencia de los niños. No la hagas difícil". La amenacé. Se quedó inmóvil. No se que habrá pensado en como me lo tomaría al decirme que se iba a acostar con Benjamín "a ver que les pasaba". ¿Creía que le iba a agradecer? "Sergio, ya pasó, comprendeme. Si, garchamos. Me cogió fantástico, varias veces. Si, tu mujer le chupó la pija a otro y me tragué su leche. Lo admito: Benjamín me hizo acabar mil veces. Hasta le di el culo, que tanto te negué a vos. Pero ya está: una vez que se nos pasó la calentura... todo terminó. Descansamos un rato uno al lado del otro y como a las 5 am nos dimos un largo beso húmedo de despedida y nos dormimos. Quería saber que pasaría luego. Y nada: no pasó nada." Yo la miré con la mayor tranquilidad que pude, pues estaba convencido de mi decisión: "¿No pasó nada? Si pasó, estimada. Se terminó nuestro matrimonio. Yo me voy a dar una vuelta por ahi. Vuelvo en 2 horas y no te quiero ver en esta casa. Adiós".
Mientras me iba la escuché llorar. ¡Que reverenda puta! Encima me cuenta con detalles como fue la trola de Benjamín. Salí, subí al auto y me fui a hacer tiempo esas dos horas que le di de plazo. Y cuando regresé, la infiel de Ruby ya no estaba.
El divorcio salió rápido y el último dia que la vi, cuando nos reunimos para firmarlo vino acompañada de su jefe. Mucho Benjamín, mucho Benjamín, pero ahora era la amante del viejo que manejaba el bufete. Triste, muy triste. Mi ex amada Ruby terminó siendo la trola de un tipo de 67 años, casado.
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