Mumi. De  chica bien a puta y merquera. 

En una época dura en la adolescencia terminamos alquilando con mi novia Mumi en un condominio que estaba publicado en internet. Tenía que conseguir lugar rápido ya que todo nuestro dinero estaba invertido en una casa que estabamos construyendo.

Fue dura sorpresa al descubrir que el condominio estaba frente a unos monoblocks... medio turbios. Tendríamos que haber sospechado que por ese precio habría algo negativo y mínimamente tendríamos que haber ido a ver el lugar antes de alquilarlo on line.

En ese lugar Mumi conoció los vicios. Nosotros siempre fuimos "chicos bien" pero a diferencia mia, que jamás me adapte al lugar y al barrio, Mumi se mimetizó con las costumbres del entorno: gente pesada, atrevida y mi delicada novia entremedio de barras del club del barrio y tranzas.

Les cuento. Nuestro depto estaba ubicado arriba de otros ingresando por un pasillo compartido y los frentes de los duplex tenian las puertas y ventanas con rejas. Bah: solo una ventana de frente, nos moríamos de calor. Para colmo se cortaba la luz todo el tiempo y en todo el barrio la gente dejaba sus puertas abiertas y con la reja cerrada. O sea: cero intimidad. Pasabas por el pasillo y veías todo lo que hacían y hacíamos dentro de nuestro espacio. Ni hablar para colgar la ropa. Mumi por la noche metía el tender dentro de la casa detrás de la puerta abierta con la reja cerrada y los fisuras del barrio le robaban las tangas. Y estabamos tan mal de guita que no teníamos ni para reponer sus bombachitas. Tanta depresión teníamos que Mumi un dia se largó a llorar. Además nuestra escasa ropa se empezaba a desgastar. Mumi me decia "Tengo los jeans y las calzas rotas y no podemos gastar en nada". Se imaginan semejante minón en un condominio picante con su ropa así... las peleas que tuvimos por eso y lo mal que se ponía Mumi. No estaba acostumbrada a tener ropa en ese estado.

Asi y todo, como ya les dije, Mumi se adaptó y comenzó a juntarse con una rollinga "mamá luchona" que vivía al lado de nuestro departamento. Era una colorada villera pero estaba terrible. Si bien esa junta a mi me daba mal olor, Mumi estaba entretenida y de mejor humor, porque ella ignoraba que no era buena junta. Hasta que de golpe todo empezó a ponerse turbio...

Una noche despierto porque escuché a Mumi murmurando, como a los gritos pero en voz baja. "Guacho pajero!" gritaba susurrando. "Te agarré! Dejá de robarme las tangas". Yo me arrimo a la puerta abierta con la reja cerrada y veo que Mumi tenía agarrado a un pibe del flequillo con su mano fuera de la ventana. Lo que me asombró es que ella estaba solo con una tanga y las tetas al aire. No tuve tiempo de hablar que Mumi se le metió la cara en su concha y le dijo "Asi que te gusta oler mis tangas? Olemela puesta, oleme la concha pero no me robes más hijo de puta" mientras seguía apretandole la cara contra su concha entangada. Yo percibí que más que furiosa tenía como una postura morbosa "Esto querés? Esto te gusta?" le preguntaba mientras el pendejo seguia con su rostro en su cajeta. "Oleme, guacho, oleme. Y ahora tomatelás porque te denuncio". Me quedé sin reacción porque me di cuenta que me re calentó ver esa faceta de Mumi. Me fui rápido a la cama para que ella no note mi erección y esperé que al venir a acostarse o al dia siguiente me contara el episodio pero nunca me menciono lo sucedido esa vez.

Unas noches después comencé a sentirme raro, con el sueño pesado. Me despertaba confundido, repasando si había ingerido algún remedio que me produjera ese estado, pero no. Dias despues estabamos en cas Mumi, la vecina rollinga, unos amigos de la vecina y yo tomando unas birras hasta que se fueron todos. Ahi comencé nuevamente a sentirme mal y le comenté a Mumi que me escuchó sin opinar nada hasta que cai dormido, muerto mal. No se cuantas horas habrían pasado pero unos ruidos en el living me hicieron despertar. Miro el celular y eran las 4 de la  madrugada. Esos sonidos, me juego la vida, que eran chupadas de pija y escupidas. Intenté abrir la puerta de la habitación pero descubro que estaba cerrada con llave. Hice un esfuerzo para abrirla igual y se ve que en mi estado me bajaron las defensas y caigo al piso. casi desmayado. Debo haber hecho un fuerte ruido porque escucho una llave girando, se abre la puerta y aparece Mumi en unos shorts re cortitos que usa para dormir y una pupera recortita sin sutien. Con la puerta abierta distingo que en el living estaba la vecina en corpiño y tanga y dos flacos en cuero por lo que reaccioné con las pocas fuerzas que tenía y le increpé a Mumi "Que pasa acá? Y esos flacos en cuero en mi casa? Que estás haciendo?" Mumi cierra la puerta me lleva a la cama, yo estaba como groggy y no podía mantenerme despierto a pesar de la fuerza que hacía para lograr estar lúcido. "Tanqui, amor" me dice Mumi "Debés tener una pesadilla. Estamos jugando prendas con los chicos y como perdieron se quitaron lo de arriba nada más.". Ya me quería tomar por estúpido. Eso me enfureció. "Que prendas? Si las escuché peteando a esos dos bien clarito, flaca". "Naaa" me descalifica Mumi. "Cualquiera mandás. Nada que ver. Jugamos con esos caramelitos ácidos. Y bueno: chupamos y chupamos mucho con Ro hasta que sale el juguito agrio y lo escupimos en una fuente y el que pierde se tiene que tomar todo el juguito ácido feito. Eso, amor." Y no recuerdo nada más ya que me desvanezco por completo.

Y siguieron las noches en las que yo me desplomaba y me despertaba desorientado por sonidos extraños. Dias después me pareció escuchar como que alguien golpea las manos, para llamar a los que habitan el departamento. Pero no era exactamente eso. Me arrastre como pude y cuando me asomo a la ventana veo el hermoso culo de mi novia que estaba agarradita de las baranda del balcón rebotando sobre un tipo que le daba nalgadas ahi nomás, en el pasillo. Al verme, Mumi se levanta rápido y puedo ver su magnífico ojete blanco todo marcado por las manchas coloradas producidas por los golpes. Se subíó el short rápido y mi último recuerdo antes de desmayarme era verla corriendo para el departamento.

Empecé a investigar que me estaba pasando y un viejo macanudo me contó la cruda verdad. Mumi andaba con el gordo tranza de los monoblock del frente que se la garchaba a cambio de darle merca y algunas drogas que ella me ponía en la bebida o la comida y por eso me caía dormído como un zombie. Cai en la cuenta que mi novia me drogaba para escaparse todas las noche así que comencé a dejarla encerrada.

Los fisuras que le robaban las tangas empezaron a hacer fila en la puerta de casa, abierta y con la reja cerradal. Mumi ya formaba parte del grupo, se había hecho amiga de los flacos esos y a cambio de que le banquen hacer las cosas que le hacian a través de la reja ella ahora le regalaba las tangas. El viejo macanudo se apareció un mediodía y me llevó a la plaza que está en el medio del monoblock y el condominio. "Mirá eso" me dijo señalando un mástil como para izar una bandera pero de la soga estaban colgadas 3 tangas de Mumi. El viejo manipula la soga hasta que llegan a nuestras mano. "Éstas son las tangas de tu novia" me dice como si no me hubiera dado cuenta. "Ella se las regala a los fisuras, que se pajean mientras las huelen, se limpian la leche con ellas y las vuelven a subir. Mirá como las dejan los pajeros estos. Sentí el olor que tienen." Y me las acerca a la cara. El olor a leche y concha era irrespirable por lo que me di cuenta que Mumi se las daba sucias, enchastradas con los jugos que le chorreaban de su concha cuando ellos la manoseaban o ella se las chupaba a través de la reja. "Y acá no termina el tema, amigo. Ella hace todo esto por puta pero también a cambio de merca. Les paga asi: dejándose garchar o toquetear o les mama la verga, ellos le dan merca y ella les regala la tanga que usó en el o los actos". Me volví a casa con desilusión pero también excitado. Mi novia de "chica bien" se había convertido en una villera cocainómana y desesperada por sexo fácil.

Yo no sabía que decirle. Y los dias se sucedían con más y más sorpresas. La luz volvió a cortarse y hacía tanto calor que pusimos el colchón debajo de la ventana abierta. Yo caigo dormido -no había descubierto cómo me daba los somníferos- y al rato vuelve a despertarme ruidos de voces. Escuché que Mumi, desde adentro, hablaba con alguien de afuera que le preguntaba si no había peligro de qye yo me despertara. Yo estaba como paralizado, mi cuerpo no tenía reacción pero estaba conciente Mumi los tranquiliza: "No chicos, no tengan miedo que no se va despertar. Con lo que le meto hago que tenga un sueño muuuuuuy pesado." Y para rematarla la escucho reirse con complicidad: "Jiji". Yo estaba en boxers y una remera pero alcancé a verla. Mumi estaba en teta y con una tanga que no le conocía.
Uno de los fisura le preguntó: "Che, loca ¿es verdad que el otro día te garcharon el gordo con un amigo para que bajes porque estabas re dura?" y oigo otra vez la risa de mi novia puta. "Jajaja. Shhhh, hablen bajo. Si. El gordo tranza me rompió el culo mientras se la mamaba a su amigo y estaba tan pasada que no sentí nada en el momento. Pero igual se zarpó fue sin mi consentimiento. Y la verdad... me excitó sentirme violada. Asi y todo, mejor porque si seguía tomando me daba una sobredosis". Todos rieron. Al escuchar semejante confesión me levanté como pude y la encaré. Al verme les hace una seña a los pendejos para que se vayan. "¿Oi bien, Mumi?" pero a mi pregunta, se hace la desentendida "Estaba jugando con los chicos, vida". Y me da un beso tan sucio que me demuestra lo trola que se había transformando. Y sin dejarme reaccionar me baja el boxer y me la empieza a chupar como loca. Los guachos se habían ido. Me dormí de golpe con la boca de Mumi en mi pija.... Al rato, no se cuanto tiempo, me volví a despertar. Veía todo nublado pero escuchaba risas y ruido de nalgadas y logro ver a mi con el culo pegado a la reja, con la pija de uno de los fisuras adentro de su culo, mientras Mumi con las manos hacia atrás, dandole la espalda, pajeaba a otro.

Ya era demasiado. Pero la gota que rebasó el vaso fue verla aspirar merca de un plato que le acercaba el que se la garchaba. Sentir el sonido de su nariz inhalando dos o tres rayas y lanzar un gemido caliente gozoso. Esa Mumi ya no era la que yo me había enamorado. A la mañana siguiente mientras ella dormia agotada por la noche que tuvo tomé un par de prendas, unas zapatillas, metí todo dentro de un bolso y sali llorando de ese departamento.

Llamé a mis viejos sin contar demasiado pero habré sonado tan angustiado que mi papá accedió a que vuelva a vivir con ellos. Le dejé el celular a Mumi, para que no me ubiqué y me forcé a no verla más. Y asi fue.

A los 4 años me dirigía a mi trabajo cuando me crucé con Ro, la rollinga vecina, amiga de Mumi. Estaba embarazada de nuevo y su aspecto se veía muy deteriorado. Quise evitarla pero ella me tomó del brazo y me dice "Hola, ¿Te enteraste lo que le pasó a Mumi?". No sabía que decirle . "No se de que me hablás" le contesté. "Se agarró HIV y murió hace 2 meses en un hospital de mala muerte, pesando 39 kilos". Fueron tantas las sorpresas que Mumi me daba noche tras noche mientras me drogaba para irse a tomar merca y garchar con los fisuras que estaba casi inmune a enterarme semejante noticia. Mumi con SIDA, muerta. Me encogí de hombros ante la rollinga, le palmeé el brazo y me fui simulando que me chupaba un huevo lo que me acababa de contarme. Pero me apuré a darle la espalda mientras comencé a llorar...


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